Este es un blog que quiere hacer llegar cuentos diferentes a todos aquellos que los quieran leer.

jueves, 15 de marzo de 2012

EL CUMPLEAÑOS DE OLGA

Este cuento se lo escribí a mi sobrina Olga. Fue un pequeño regalo para su cumpleaños. La idea era que tuviera un recuerdo de ese día tan especial. Creo que le gustó mucho y a mi hermana, su madre, también.  Es un cuento creado para una niña de 3 años, es muy sencillo, pero cambiando los nombres, se lo podéis leer a vuestros hijos pequeños.



Olga abrió los ojos y miró por la ventana. Ya había salido el sol. Se levantó rápidamente de la cama y fue a buscar a su hermana.
- ¡Despierta Carla, es de día!
-  Quiero dormir un poco más - dijo Carla dándose la vuelta en la cama.
- ¡Pero hoy es mi cumpleaños! - gritó Olga.
Carla se incorporó sorprendida.
- Es verdad, ¡felicidades Olga! Vamos a despertar a los papás - dijo mientras abrazaba a su hermana.
Fueron corriendo hasta la habitación de sus padres y se subieron a la cama de un salto.
- ¡Arriba, arriba! Hoy es el cumpleaños de Olga, cumple tres añitos.
- Felicidades Olga - dijo su mamá dándole un beso y un fuerte abrazo.
Su padre se levantó y sacó del armario una caja enorme envuelta en un papel de muchos colores.
- Esperamos que te guste – le dijo.
Olga estaba emocionada, cogió el regalo y comenzó a quitar el papel. ¡Era la muñeca que quería!

Pasó toda la mañana jugando con la muñeca. La peinó, le cambió varias veces de ropa. No se separó ni un momento de ella.
- Vamos Olga, es la hora de comer. Te he preparado tu comida favorita – le dijo su mamá.
Olga se sentó a la mesa junto a Carla y sus padres. 
- ¡Muy bien Olga, te lo has comido todo! - dijo su papá muy contento -. Ahora debes echarte una siesta, te espera una tarde muy animada.
Olga se fue a la cama con su nueva muñeca y enseguida se durmió.

Pasadas unas horas, la madre de Olga entró en la habitación.
- Olga, despierta - le dijo susurrando - te están esperando en el salón.
Olga, todavía un poco dormida, fue hasta el salón. De pronto, vio un montón de globos de colores y muchas guirnaldas colgadas del techo. Y allí estaban todos, papá y mamá, Carla, sus abuelos,  sus tíos y todos sus primos.

- ¡FELICIDADES! - gritaron todos a la vez.

Olga se acercó a la mesa, que estaba llena de patatas, ganchitos, sándwiches y una enorme tarta de chocolate con tres velitas.
- Venga Olga, piensa un deseo y sopla las velas - le dijo mamá.
Olga sopló con todas sus fuerzas y las velas se apagaron. Todos empezaron a cantar:
¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz
Te deseamos todos…
Cumpleaños feliz!
 Aplaudieron y rieron sin parar.

Fue una tarde genial. Olga recibió un montón de regalos: un cuento, una mochila, varios cuadernos de pintar y muchas más cosas. Pasó la tarde jugando con sus primos, su hermana y sus nuevos juguetes.
Cuando ya todos se marcharon, llegó la hora de irse a dormir.
Carla se fue a su cama y Olga, que no paraba de sonreír, se tumbó en la suya.
- ¿Te lo has pasado bien, Olga? - le preguntó mamá.
- Ha sido genial - dijo a la vez que bostezaba.
- Desde hoy ya tienes tres añitos, oficialmente eres una niña mayor. Dulces sueños, Olga. Que seas siempre tan feliz como hoy.

FIN

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