Este es un blog que quiere hacer llegar cuentos diferentes a todos aquellos que los quieran leer.

sábado, 7 de septiembre de 2013

LA EXTRAÑA MANSION. CAPITULO 2

CAPITULO 2. La visión.

Pasaron los días y seguía dándole vueltas a la cabeza. ¿Cómo había llegado el regalo a mi mano?

- El día de mi cumpleaños, cuando me encontrasteis dentro de la casa, ¿fuisteis a coger el regalo antes de sacarme de allí? - le pregunté a Marta.
- No, lo llevabas en la mano.
-¿Y dónde me encontrasteis?
- Junto a la escalera de la entrada.
- ¿Os costó mucho sacarme del agujero?
-¿Qué agujero? - me preguntó muy extrañada.
- Al que me caí.
- No había ningún agujero. Estabas tumbada en el suelo.
-Pero si se hundió el suelo y caí.
- Creo que estabas tan asustada que lo imaginaste todo.
-Puede ser - respondí pensativa. Pero estaba segura de haber caído y sobre todo, de no coger el regalo.

¿QUÉ ESTABA PASANDO?

Esa noche no podía dormir, di un montón de vueltas en la cama y cuando conseguí conciliar el sueño comencé a soñar con la casa. Soñé que corría, que el suelo se hundía bajo mis pies. Oí un susurro: "No tengas miedo, yo te ayudare". Me sentí flotar en el aire y vi la cara de un niño.

Desperté gritando. Salté de la cama y me acerqué a la ventana. Pude contemplar la extraña mansión iluminada por la luna.
- No ha sido un sueño - dije  en voz alta-. Ha sido un recuerdo. ¡Ese niño!


Al día siguiente les conté el sueño a mis amigos. Todos me miraron muy sorprendidos, pero al momento estallaron en carcajadas.
- ¡No os riáis! Es cierto. Algo pasó dentro de la casa.
- Si. Que te diste un golpe en la cabeza y te quedaste majara - dijo Juan sin parar de reirse.

Ese día llegue a casa muy enfadada. Mis amigos no creían nada de lo que les había contado. Por la noche no dejaba de pensar en todo lo que había pasado.
Me levanté y miré a través de la ventana. La calle estaba tranquila, no había ni un alma. Frente a mi l se alzaba la extraña mansión, majestuosa, silenciosa, aterradora.
Y de repente lo vi. Fue un pequeño destello, una pequeña luz que se iluminó unos segundos. Me froté los ojos, no estaba segura de lo que había visto. Pero cuando volví a mirar,  ahí estaba de nuevo la luz, en una de las ventanas de la planta superior. Alguien me miraba desde allí. Pude sentirlo. Corrí a mi cama y me metí debajo de las sábanas, temblando de miedo. No recuerdo cuanto tiempo estuve escondida. Lo siguiente que recuerdo es a mi madre entrando en la habitación dando gritos.
-¡Despierta, vístete, llegamos tarde,nos hemos dormido!
Mi madre era genial, pero tenía un verdadero problema por las mañanas. Muy a menudo se le  pegaban las sábanas.

Llegué a clase un segundo antes de que entrara la profesora.
- Ayer por la noche vi a alguien en una de las ventanas de la mansión - dije a mis amigos antes de que la  Señorita Ángela me mandara callar.

A la hora del recreo todo eran preguntas: ¿quién era? ¿cómo era? ¿estabas soñando? ¿nos tomas el pelo?

-Ya os lo dije. Hay alguien allí. Y hoy después de clase voy a ir a comprobarlo. ¿Me acompañáis?